Slow Medicine rescata la primacía del tiempo en la ciencia y en el arte de cuidar. Tiempo para escuchar, tiempo para reflexionar, tiempo para construir relaciones sólidas y duraderas entré médicos, pacientes, familia y comunidad.
Se trata de una filosofía y de una práctica médica que busca ofrecer el mejor cuidado al paciente, basándose en las mejores evidencias científicas, centrando el foco en el paciente y en sus valores, elaborando decisiones ponderadas y cautelosas, siempre que sea posible.
Proponemos un cuidado que busque la tecnología apropiada a la singularidad de cada paciente y de situación vivencial, teniendo como premisa que o siempre hacer más significa hacer lo mejor.